Materia, tiempo, alegría
Entre la geología y la arqueología, la última exposición de Filippo Rossi desplaza el interés material del artista en una dirección a la vez nueva y antigua: hacia la piedra, experimentada en el misterio de su lenta estratificación pero también en el encanto de las reconfiguraciones inesperadas a las que está sujeta. Una primera serie de obras, de menores dimensiones, explora el fenómeno del "tiempo geológico", ofreciendo visiones curiosamente tranquilizadoras de la superposición o yuxtaposición de capas de una piedra entre el mármol y el travertino: blanco, gris claro o ferroso; una segunda serie, con obras de mayor tamaño, vuelve a proponer la misma piedra después de miles de años, ya excavada, cortada, utilizada en construcciones reducidas a fragmentos, finalmente recompuestas en asimetrías que parecen los mapas de carreteras de ciudades perdidas. En cada serie, pues, entre las capas y fragmentos de piedras moteadas y erosionadas, emergen sorprendentes y emocionantes formas coloreadas y doradas, como si en el corazón de la tierra y en las ruinas de antiguas civilizaciones se revelara la alegría como el tesoro escondido de el principio y más allá, el fin aparente de las cosas. Más allá del horizonte eterno hacia el que nos ha guiado en los últimos años, Rossi nos sumerge ahora en el tiempo, pero en un tiempo cuya historia está, de principio a fin, teñida de esperanza.
Msgr. Timothy Verdon. Director, Museo dell'Opera del Duomo, Florencia
Me complace que la Región Toscana acoja una exposición del pintor Filippo Rossi en las salas del Palacio Bastogi. Filippo Rossi es uno de los pocos artistas en Italia que se centra en dos temas que parecen muy contradictorios: por un lado, el arte sacro o mejor arte en un contexto cristiano, por el otro, el arte abstracto o, más precisamente, "no figurativo". Filippo Rossi es un artista de inspiración cristiana. Su arte tiene una dimensión de lo sagrado con intuiciones artísticas puramente del arte abstracto. Dios es un ser de espíritu puro que, sin embargo, puede ser representado metafóricamente bajo la apariencia de un hombre. La exposición de este artista florentino representa un fenómeno artístico en contraste que quiere llevar la búsqueda de los contenidos metafísicos y simbólicos de la espiritualidad a un gran público. Deseo al artista que esta prestigiosa exposición sea solo una etapa de una carrera que aún está llena de satisfacciones.
Paolo Bambagioni. concejal regional
Cuando, hace unos años, visité una exposición de Filippo Rossi, confieso que inmediatamente me impresionó mucho. No es frecuente que un arte pictórico basado en el abstraccionismo me despierte emoción y asombro. Con las obras de Rossi ha pasado y sigue pasando. La técnica y el soporte -tela, yute o madera- pueden variar, pero ante cada una de sus creaciones es difícil permanecer indiferente. Las formas, la fuerza de los colores y sus combinaciones, e incluso los títulos de cada obra son brillantes y de gran impacto. Sientes, de forma casi sensorial, que estás ante verdaderas obras de arte. Porque es arte cuando, en cualquier forma, figurativa o abstracta, da igual, golpea y conmueve. Y no es casualidad que muchos de los temas favoritos de Rossi tengan que ver con la espiritualidad del hombre. Una de las características que marcan a este joven artista florentino es precisamente su particular capacidad para evocar y dar forma y expresión, con el lenguaje extraordinario y misterioso del arte abstracto, a movimientos espirituales y referencias trascendentes, que en sus formas e impactos de color se acercan a lo humano. la realidad e iluminarla.
Marco Carraresi. Secretario asesor de la Mesa del Consejo Regional de Toscana
